El Torbiscal es un sitio curioso, con el encanto de lo añejo y el misterio del tiempo.
La foto cuenta con la ayuda de la luz. Una hora después de la salida del sol y una hora antes de su puesta es la hora azul: colores cálidos, luz dispersa, cielos pastel... He pasado mil veces por El Torbiscal, pero ese día llevaba la cámara y era la hora perfecta... Pondré más fotos de aquella sesión dulce.
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